Los Tetas: para mi el funky es así

por · Abril de 2012

Para mi el funky es así

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Parecían problemas de sonido. Sí, todo daba por entender que a pesar de estar sobre el escenario, Los Tetas estaban siendo acribillados por acoples. De pronto, Pepino empieza a darle a la caja, Tea Time comienza algo así como un free style demasiado pauteado como para serlo de verdad. El ruido del acople va tomando forma y ya no parece un problema de sonido. Rulo comienza a hacer una línea de bajo. La gente comienza a seguir el ritmo con sus palmas. C-Funk comienza a cantar. Sí, a cantar. Porque lo más emocionante de todo ya había dejado de ser el rencuentro de la banda, después muchos años de distancias de todo tipo. No, lo emocionante, esta vez, era que Los Tetas iniciaban su show del Alternative Stage con un tema inédito, un tema nuevo, un tema que había nacido de esta nueva oportunidad que los cuatro muchachos se están dando.

Tal como sus tocatas anteriores, Los Tetas apelan a lo emotivo: el setlist apunta no sólo a los discos que produjeron bajo esta formación original (“Mama Funk” y “La Medicina”), sino que también a los discos que más quieren sus ya treintones fans, que se dejaban acompañar por sus hijos, como haciendo previa para Kidzapalooza.

Debe haber sido una de las disoluciones más radicales e impensadas del Nuevo Rock Chileno, pero hoy sobre el escenario Los Tetas exudan ganas, buena música (funk, por cierto, por si alguien no lo tiene claro), es por eso que sus conciertos siempre terminan siendo un viaje al pasado. Pasado que con el nuevo tema, así como con la amenaza de Tea Timevamos a sacar un disco nuevo”, parece proyectarse al futuro mejor que nunca.

Los Tetas dedican “La Eternidad” a Rubén Albarrán que había tocado antes al frente de HopPo! justo antes de ellos, dedican “Contra Viento y Marea” a los “sacoweas” que mataron a Daniel Zamudio, dedican “Colón” a los aborígenes de Perú y Bolivia, dedican el show a los espectadores que, si bien bailaron desde un principio, solo un tema como “Cha Cha Cha” logra hacerlos finalmente detonar: provocan un tsunami humano, en dirección veloz al escenario, saltando y cantando a garganta apretada la difícil parte que originalmente cantaba Juan Sativo.

Algunos apuntes:

a) Los Tetas están bien, se les ve mejorando, afiatándose, haciendo buenos arreglos –sobre todo en los bronces (esta vez a cargo de Agustín Moya, Sebastián Jordán y un trombonista que no sé por qué nunca presentan), aunque no siempre lograron sonar del todo bien–.

b) La suma de Felo Foncea en los teclados es un plus innegable para el sonido en vivo de la banda.

c) Qué cariño le tienen al tema “Porcel”, ese temazo que cita al programa “Porcel y sus Gatitas” pero al mismo tiempo a la banda Earth, Wind & Fire, Los Tetas se han dado el gusto de hacerlo de nuevo, de arreglarlo, y el público se lo agradece.

d) Creo que a todos nos encantaría saber qué música descubrió cada uno de los integrantes de Los Tetas, en estos casi 10 años de ausencia. Grabar un disco es demostrar que la banda está de vuelta y que no es una de esas bandas que, por aspiraciones económicas, se juntan solo para tributarse a sí mismos, a una época pasada, cuando sí tenían talento, lucrando con la nostalgia de sus fans que ahora tienen más lucas.

e) Estoy seguro de que Los Tetas no son así.

// Fotos: Eleonora Aldea.

// Fotos: Daniel Olivares.

Los Tetas: para mi el funky es así

Sobre el autor:

Daniel Hidalgo (@dan_hidalgo). Publicó los libros Barrio Miseria 221 (2009) y Canciones punk para señoritas autodestructivas (2011).

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