Revisamos la primera noche en el Muelle Barón de Rockódromo 2011
Revisamos la primera noche en el Muelle Barón del festival porteño Rockódromo 2011. En vivo: Manuel García, Banda Conmoción, Keko Yoma y Chancho en Piedra. Conversamos con algunos, los reseñamos a todos, desde Valparaíso.
// Fotos: Claudio Álvarez.
Siete años son los que cumple Rockódromo por estas fechas. Y en este contexto, el gran festival de rock dependiente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, no sólo se enfrenta a estar por primera vez bajo el alero del gobierno de Sebastián Piñera, sino que también a su versión más ambiciosa. Doce días de actividades que, para culminar a lo grande, reunieron a los jóvenes en dos días de música en el Muelle Barón.
“El rock es más que un estilo” explica Felipe Ilabaca de Chancho en Piedra (con las manos arriba en la foto) tras el escenario ubicado en el Muelle Barón. “Hasta Banda Conmoción o Chico Trujillo pueden ser bandas súper rockeras, es más allá de un estilo. Una forma de enfrentar la vida”. Y es que en este primer día de actividades, viernes 11 de febrero, en Muelle Barón eso ha quedado clarísimo.
Con un retraso de más de una hora se dio inicio a la primera jornada de rock sobre el mar, frente a los cerros. Como apertura, e inquietud principal del evento desde sus inicios, se dio un breve espacio para que Escuelas de Rock mostrará a sus alumnos destacados del año. Por ahí pasó el rock pop de Planeta No, y el Indie folk de Vilú, entre numerosas bandas ska: Sativa Ska, Betania López, Pato Carlo.
Tras eso, Manuel García, un invitado frecuente de la actividad, se sube en solitario al escenario, para ir llenándolo poco a poco, canción por canción. Emotivo e ideal con el atardecer de fondo. García hace un show in crescendo, entrando con cadencias acústicas, en donde “El Viejo Comunista” ya suena a himno juvenil universitario, Hasta el cierre, la rockera –¡a tres guitarras eléctricas!– “El Reloj”. Show redondito.
Lo siguiente es una cruza entre freak show y rock de clínica. Porque lo que hace Keko Yoma es eso: un espectáculo dinámico, divertido, rarísimo, pero acompañado de un muy buen nivel de interpretación. Mostrando un repertorio ya probado –show muy similar al que presentaron en Rockódromo 2010– que se pasea entre el absurdo desde las citas: Lady Gaga, Guns N’ Roses, hasta lo frenético de su rock, que tal como Mr. Bungle escapa a cualquier tipo de categorización, ocupando todos los estilos que puedan causar desorden. Tras el show, Feña Reyes, su histriónico vocalista nos da algunas impresiones.
La otra vez estuvieron en la cárcel, el año pasado frente al mar y ahora en el mar mismo.
—Claro, el año pasado era al revés. El escenario era para allá. Pero ahora fue la raja, y además ahora tocamos de noche, o sea diferente, siempre habíamos tocado de día en el Rockódromo.
Tocaron en Valparaíso, ustedes tienen un bonito tema sobre Valparaíso además.
—Ese es súper nuevo…
Y contaban durante el show que aprovecharán esta visita para grabar su video.
—Sí. Se supone que la base del video la vamos a hacer el domingo en la lancha Normita 2 a las 7 de la tarde. Igual la entrada es por orden de llegada a lo mejor salen un par de lanchas más a los lados si es que viene harta gente y nada po, con eso… juntar imágenes de este concierto, del de mañana que va a ser en la carpa del cerro Barón y hacer un video de Valpo, con Valpo poh.
Como dato, puedes descargar el último disco de Keko Yoma, Bienvenidos al Sur, desde su sitio web.
Para Patricio González, director de las Escuelas de Rock, entidad tras el Rockódromo, el evento “le está dando a Chile un nuevo festival, un festival de música nacional, que es muy importante porque es la música joven que hoy día se esta haciendo”, nos declara. “Festival de acorde a la tradición cultural de Valparaíso, tenemos un espacio donde la gente viene a disfrutar con seguridad, a expresarse, donde hay 48 bandas, 200 músicos involucrados, donde hemos tenido un ejercicio democrático de participación y de expresión. Valparaíso lo merece. Lo único que nos importa como Escuelas de Rock es que estos espacios se multipliquen en Chile porque hay mucho talento, son muchas las bandas y no damos abasto, nos gustaría que fueran 200 bandas en una semana”.
Han sido muchos espacios distintos y con públicos diferentes estos 12 días. ¿Crees que de alguna forma Rockódromo ha reemplazado el espacio que ocupaba hasta hace poco los Carnavales Culturales?
—Es que yo creo que más que ocupado, lo importante es que aquí florezcan miles de flores. Yo creo que para mucha gente de una edad más bien superior, fue importante ver a los tenores en Valparaíso y disfrutar de la música clásica de El Festival de las Artes, creo que lo más importante es que haya música en todas partes, aprendamos a disfrutar lo diverso, tal vez de repente no es lo que le gusta a uno, a lo mejor aquí hay bandas que a mi no me gustan, pero también nosotros dejamos este año la posibilidad de que haya un jurado curador, para desinstitucionalizar la cuestión.
Una vez que una infinita Banda Conmoción terminó de subir al escenario, empieza su show. Qué fuerza que despliega esta orquesta telúrica, ritmos que sin enchufe alguno terminan siendo más punk que los Sex Pistols, y así lo evidenció la serie de pogo, slam, mosh, y cuanta expresión de público rockero se observe en una tokata. Teatralidad –que parece ser la tónica de este día– sonidos balcánicos, cumbias, homenajes a la Violeta Parra, se pasean en esta presentación de la mega banda, una fiesta radical en la que las culturas convergen y la gente suda.
El momento de la noche, a juzgar por supuesto por la cantidad de puerquitos plásticos sobre las cabezas de los asistentes, no podía ser otro que cuando Chancho en Piedra iniciara los acordes “Moscardón” –con la ya típica intro de “United Forces” de S.O.D.–. Un show bien cargado de rock, que con el poco tiempo supieron armar muy bien, hits, temas de su último disco Combo Show (09) y algunas joyitas de regalo para los más fans. A diferencia de los anteriores números de la noche (y a pesar de peinarse en ello), el cuarteto no utilizó indumentaria ni elemento circense alguno, sólo música, sólo rock, funk y energía.
El cierre de Rockódromo a las 00:30 horas, la bajada del escenario de Chancho en Piedra tras el violento cierre con “No quiero verte” de su primer disco Peor es Mascar Lauchas (95), dio paso a unas palabras con Pablo “K.V.Zón” Ilabaca.
¿Qué tal estuvo tocar en el Rockódromo?
—Estuvo bueno, buenísimo. Siempre es la raja tocar en Valpo, una ciudad de locos.
¿Siguen promocionando Combo Show este año o se viene algo nuevo?
—Se viene un disco nuevo. No sé cuando salga. Lo estamos trabajando independientemente cada uno recién.
Ya, y cuéntame lo de Achú, tocan en el escenario para niños de Lollapalooza (Kidzapalooza). Son tú y tu hermano (Felipe Ilabaca), ¿no?
—Claro, vamos a tocar lo que sacamos con el programa (de TVN) en el escenario para niños, con personificación y todo eso, con tuti. Con una banda con batería, teclado, bajos, percusiones.
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