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Scott Weiland is not dead (pildoritas de su biografía)

por · Mayo de 2011

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Scott Weiland, el hombre ancla del sexo, las drogas, el grunge, y sobre todo del vivir-para-contarlo ha sacado a la venta a sus 43 años Not dead & not for sale, su biografía, escrita por David Ritz (Elvis by the Presleys), en la cual revela detalles de su vida personal y su carrera musical. Incluye copuchas respecto a la disolución de Velvet Revolver, los carretes inyectándose heroína con Courtney Love, y desclasifica que fue violado a los 12 años de edad.

Sin duda una biografía con olor a novela de Irvine Welsh.

A continuación cinco revelaciones del libro de memorias:

Rape me. 
Cuando Weiland tenía 12 años y vivía en Ohio, cuenta que «un tipo alto y musculoso, estudiante de secundaria, con el cual se iba a diario en el bus escolar, un día me invitó a su casa. El tipo, me violó. Fue rápido y desagradable. Yo estaba demasiado asustado como para contarle a alguien, ‘Cuéntale a alguien’, advirtió, ‘y nunca vas a tener otro amigo en este colegio, arruinaré tu puta vida’,» comenta Weiland. Este es un recuerdo que suprimió hasta hace no más de 2 años, cuando se encontraba en rehabilitación de drogas y alcohol.


Los cochinos dólares. En cuanto a su participación en Velvet Revolver, Weiland admite que se unió a la banda sólo para obtener beneficios financieros. «Slash, Duff (Guns N’ Roses) y Matt Sorum (The cult), más el guitarrista Dave Kushner (Infectious Grooves) pusieron un par de canciones en un CD para mí… sonaban como Bad Company y a mí ellos nunca me han gustado. Una semana más tarde me llegó otro CD, con canciones ‘diseñadas para mí…’ no estaba seguro si quería tocar con ellos, pero Duff dijo: ‘Esta es una lista de canciones que nos han pedido que hagamos, ¡la paga es increíble!’. El dinero sin dudas me atrajo. No diría que esta música (la de Velvet Revolver) es parte de mí, ya que había un cálculo comercial detrás, la banda fue esencialmente un producto fabricado para obtener ganancias por todas partes y no tenía absolutamente ningún propósito artístico…,» comenta Weiland.

Están buena onda los Velvet Revolver. 
«Estábamos teniendo muchos viajes durante la segunda gira de Velvet Revolver en el 2007, al comienzo, estaba bien (limpio), pero una sola línea (de coca) en Inglaterra me hizo volver… estaba allí (otra vez), iba a lugares peligrosos a comprar en secreto, mis colegas de Velvet Revolver no sabían que estaba haciendo eso… , cuando les dije que tenía que perderme algunos conciertos porque necesitaba un tratamiento, su reacción me choqueó, ya que me dijeron que tenía que pagarles por aquellos shows que no haríamos… les recordé cuando ellos habían recaído y habían necesitado rehabilitación, yo los apoyé completamente, sin embargo no causó ningún efecto en ellos. No importa que Velvet Revolver haya vendido 5 ó 6 millones de discos, yo estaba fuera».

Courtney Love. Después de una pelea con su primera esposa, la cual dio como resultado a Scott saltando de un auto en movimiento, terminó en un hotel en Los Ángeles, «ahí es donde me encontré con uno de mis mejores dealers. Courtney Love (Hole) estaba con Amanda De Cadenet (fotógrafa, esposa de Nick Valensi de The Strokes). El destino quiso que su habitación estuviera junto a la mía. Love estuvo inserta dentro de una historia cada vez más horrorosa junto a mí… Nosotros nunca fuimos amantes, pero estuvimos cerca de serlo,» relata Weiland.


Inicios con STP y su primera experiencia con la heroína. 
«Estábamos de vuelta en Estados Unidos, continuábamos promocionando Core», cuenta, «esta vez de gira con Butthole Surfers, The Flaming Lips, Firehose y Basehead. Este fue el ‘Barbecue Mitzvah Tour’, la banda llegó hasta Nueva York y algunos de los músicos habían puesto en sus pedidos bolsas de heroína», y Weiland —que ‘no podía verse a sí mismo dejando de lado las exquisiteces que vienen con ser una estrella de rock’— puso su requerimiento también. Esa noche Weiland aspiró su primera línea antes de subir al escenario. «Los opiáceos me llevaron a donde había soñado siempre ir, no puedo nombrar el lugar, pero puedo decir que me ha perturbado, un hombre libre, flotando en un espacio sin demonios y dudas…».

Scott Weiland is not dead (pildoritas de su biografía)

Sobre el autor:

Claudio Marileo

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