¿Se escuchó bien? Tío Lucho x2

por · Julio de 2011

Previa de su séptimo aniversario.

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El azul de las paredes carcomido por el paso de los años y el esmog. Las puertas verdes con ventanillas cuadradas, el adhesivo en la muralla que reza “Lo que ahora brilla putrefacto quedará” y los sonidos que se revelan con sigilo desde la casa. Los ecos de la música que hacen Enfer, Pitufo y Rata desde adentro, y que llegan casi agonizantes a la calle de noche.

// Crónica y fotografías: Francisco Yávar • Foto portada: Roberta Rebori.

La puerta la abre Cristóbal (Pitufo) y, rápido, pasamos a la pequeña habitación donde Tío Lucho ensaya las canciones de “Innombrable“, su próximo disco de estudio producido por Cristián Heyne.

Las guitarras están en sus fundas, y entre teclados, sintes y batería, la banda repasa los nuevos sonidos que desenfundarán un par de días después- en esta misma crónica- en Bar Loreto. Suenan canciones como Solitario, Casa del terror e ilusión rebelde, canciones como el primer single Oro de bestias, canciones cuyas bases musicales están dadas por el sampleo y las secuencias.

Pura magia digital.

La banda, que ya ha mostrado casi todos sus temas nuevos, repartidos entre las múltiples tocatas que realizan casi semanalmente, ya ha palpado la recepción del público.

Cristóbal dice que “la gente ha recibido estas canciones con buen ánimo, eso sí, está claro que el nuevo sonido de la banda deja a muchos desconcertados“.

Y tiene razón: puede ser que Tío Lucho sea una banda desconcertante para los fundamentalistas musicales que no soportan la exploración músical ni las temáticas que no calzan en géneros o sonoridades identificables.

Tío Lucho se ha preocupado de evolucionar y de explorar desde sus primeros Eps, cuando demostraron- saxo y teclados en mano- que el punk no solo de percusión y cuerdas vive.

Fernando Arredondo, Cristóbal Rawlins y Francisco Matta tocan como si tuvieran a cien personas enfrente, como si fueran Enfer, Pitufo y Rata, sus álter egos arriba del escenario, pero el único público presente soy yo. En un par de días más tocarán ante una sala repleta y la actitud será la misma: no hay pose ni movimientos estudiados. Solo son tres tipos haciendo la música que les gusta.

Trato de tomar fotos pero la sala está difusamente iluminada por una ampolleta que no logra despejar la oscuridad. “Es que nos gusta ensayar con poca luz“, dice Rata a modo de disculpa.

Los ensayos son diarios porque, junto con su nuevo disco, se acerca la fecha de su aniversario número 7. Será este jueves 28 en La Batuta, y todo tiene que salir perfecto.

La tocata será gratis y tendrá a varios miembros de las diferentes encarnaciones de la banda en el escenario: Álvaro Castillo (saxo) y Mecha (guitarra) serán algunos de los encargados de revivir a los Tío Lucho de “Cabrón de jungla” (06) y de “Lo que ahora brilla putrefacto quedará” (08).

Tío Lucho

¿Cómo sonamos?

Avancemos un par de lunas. Son las dos de la mañana y el bar Loreto está repleto. Al costado del escenario, en un cuartito con las paredes rayadas que hace las veces de backstage, Enfer, Pitufo, Rata y Mecha (Juan Pablo Arredondo) se abrazan antes de salir a tocar. El abrazo dura pocos segundos y Tío Lucho sube a las oscuras tablas en medio de aplausos.

Suenan, aun en la oscuridad, los primeros acordes de Toda la noche, y de pronto la luz se enciende y lo que antes era solo siluetas se convierte en rostros, cuerpos e instrumentos.

Rata tocando la batería parece un pulpo. Apenas se alcanzan a distinguir sus manos, que parecen estar en todas partes a la vez, mientras Pitufo, a dos manos, se encarga de los teclados y los sintes; y Enfer se arrastra cantando por el suelo, cuando Mecha le da a la guitarra con la vista perdida en el techo.

Suena Oro de bestias e Ilusión rebelde, el segundo single de “Innombrable“, que pronto tendrá un video dirigido por Ismael Burrel.

Ahora: La conquista y Solitario. Se oyen cinco canciones nuevas al hilo y el público las canta, el público las conoce, al público le gustan.

También tocan Antiglobal dance, que hace un par de meses sonó en Cannes como soundtrack de Bonsái, la premiada película de Cristián Jiménez basada en la novela homónima de Alejandro Zambra.

La tocata acaba con Nuevo siglo, también de “Innombrable” y la gente quiere más, pero esto no es el Festival de Viña y no se puede pedir una gaviota de oro o que vuelvan al escenario.

Ya en el backstage, y preparándose para ir a beber unos tragos por cortesía del bar, Fernando me pregunta: “¿Cómo sonamos? ¿Se escuchó bien?“.

Sonó la raja, les respondo, cuando se pierden en la multitud.

// Tío Lucho celebra su aniversario 7 este jueves 28 en La Batuta, donde también mostrarán su nuevo disco. La entrada es gratis.

¿Se escuchó bien? Tío Lucho x2

Sobre el autor:

Francisco Yávar (@cortapescuezo).

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