Uno que muerde

por · Febrero de 2018

La soledad y el miedo que acompañan a los protagonistas adolescentes del debut literario de Amanda Teillery, ¿Cuánto tiempo viven los perros?, tuercen los prejuicios que se ciernen sobre su origen social y logran acercar realidades que a veces se juzga desde lejos y con desdén.

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En 1919, Freud utilizaba el concepto estético de lo “ominoso” o “siniestro” (unheimlich) tomado a su vez de Schelling, para rebasar ese marco y dar cuenta de una inmanencia de lo extraño en lo familiar. Esa extrañeza procedía de algo oculto y secreto que, sin embargo, se manifestaba. Algo que, en tanto reprimido, retornaba y producía una cierta angustia porque era, en algún grado, reconocible.

En los nueve relatos que conforman el debut literario de Amanda Teillery; ¿Cuánto tiempo viven los perros? lo “extraño inquietante” irrumpe la rutina hasta dejar perplejo al lector. La ingenuidad, la soledad y el miedo que acompañan a sus protagonistas adolescentes, tuercen los prejuicios que se ciernen sobre su origen social y logran acercar realidades que a veces se juzga desde lejos y con desdén. La superficial tibieza de sus vidas seguras, se transforma en escenario de potentes conflictos que trascienden, con creces, el espacio local. El libro consigue reflejar con nitidez a sectores acomodados de la sociedad chilena, al mismo tiempo que sintonizar con discusiones más amplias en torno a la violencia, la negación, el arribismo y las apariencias. Un fino suspenso articula una prosa equilibrada y suelta que mezcla con habilidad los diálogos adolescentes y la narración en tercera persona.

Entre los relatos, el primer cuento que da nombre al libro, brilla perturbadoramente al transformar la búsqueda de un perro perdido, en el recuento de una relación filial igualmente extraviada. Los cuentos que le siguen hacen aparecer, en medio de situaciones cotidianas, horrores aletargados por la duda o la reflexión excesiva. Como si supiéramos que siempre han estado entre nosotros, pero sólo pudiéramos reconocerlos en el olvido, en el “no sé” o el “no me acuerdo”. El texto hace vibrar esa inquietante extrañeza que, de a poco, vuelve certidumbre, cuando Matías de Hazte hombre no puede verbalizar su intuición correcta y prefiere cambiarla por el rito de paso masculino. O cuando la protagonista de El teléfono, debe negar a su propia sangre, para proteger lo que queda de ella. Son esos horrores soterrados los que el libro va soltando en dosis de veneno cotidiano. Horrores disociados de adolescentes y familias bien portadas, que vuelven siniestras la calma y el silencio que los cubre.

¿Cuánto tiempo viven los perros? es un libro altamente recomendable para remecer la tranquilidad de las vacaciones. El mejor momento para aparecer perfectos en las fotografías, la mejor época para airear los rincones más recónditos de nuestras vidas.


Uno que muerde

Sobre el autor:

María Victoria Barriga es Licenciada en Estética.

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