Estrenos Cuevana: The Killing (2011)

por · Junio de 2011

En el pellejo de Sarah Linden y Stephen Holder.

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Partamos de la base de que después de ver The Wire es prácticamente imposible comprarle a una serie policial. Creerle. A casi cualquier serie en realidad. Y eso, creo, estoy casi seguro, no es una opinión personal sino un certero y duro hecho objetivo.

Se sabe: no sale gratis ver TW. La vara queda demasiado alta. No conozco nadie que no la califique como la mejor serie que ha visto en la vida.

Dale color. Tírale todas las temperas que encontrís encima. El catálogo cerecita completo.

Personalmente tuve que forzarme a ver otra hueá para poder sacudirme la depresión-post-season-finale-the-fucking-end. Y vi Sons of Anarchy enterita, pese a que a ratos la encontraba ridícula; charcha la gueá, penca, y no es que lo sea, es buena, harto buena, pero la comparación es lo que sencillamente deja en el suelo vomitando sangre y escupiendo dientes y mordiendo encías como chicle de fruta a cualquier teleserie (¿se dice teleserie también a las series, no?).

Es echar a pelear un hambriento y estresado rottweiller con esteroides contra un pug.

Por eso me costó tanto empezar a ver The Killing. Pese a que la cara de la cabra asesinada me hacía ojitos desde hace rato en el Cuevana. Me metía y ahí estaba. Y me hacía el hueón nomás hasta que un día le dí.

Y es una mierda.

Ha. No. Mentira.

Seamos honestos, Killing (adaptación gringa de la misma hueá, pero danesa) es como un hijo enano y medio tonto entre The Wire y Twin Peaks. Pero es honesta con sus influencias. Y esta vestidita con cariño y muy prolijamente. Es correcta, matea a cagar, no en un mal sentido, sino que tiene esa intención wireana de tejer a partir de una investigación policial esas cochinas redes entre lo político, periodístico y criminal.

Y el drama humano, claro. Mal que mal, una inocente y rica teen ha sido brutalmente asesinada. ¡¿A qué descorazonado no le da pena y rabia eso, Dios Santo, que acaso hemos perdido la sensibilidad totalmente?!

Los encargados de resolver el acertijo son Sarah Linden y Stephen Holder; una colorina y fisurada y de agudo olfato detective de homicidios, y un ex rati de narcóticos que llega de novato a homicidios. Y da gusto seguirlos en su investigación. Son buenos. No tanto como McNulty y Bunk que obviamente hubieran resuelto el caso en el primer capítulo, pero vamos, voy en el cap. 6 y tengo toda la fe del mundo en que el homicidio de una teen no quedará impune.

The Killing.

Estrenos Cuevana: The Killing (2011)

Sobre el autor:

Luc Gajardo (@luco)

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