Jorge González en Amanda: “si eres pedófilo y eres cura cuico, no te pasa nada”

por · Febrero de 2011

Revisión del último concierto de Jorge González en Amanda

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Si hay un artista que puede tocar un disco entero sin aburrir a nadie una y otra vez, ese es claramente Jorge González. Y es que la manera en que la música de este y la interpretación de sus temas en vivo no han logrado cansar a nadie por la actualidad de estos, aunque el caset –como tanto le gusta recordar al músico- haya salido hace casi treinta años.

Una demostración de todo esto, es la presentación del pasado Viernes en Amanda. González y su banda-conformada por Pedro Pierda en batería, Gonzalo Yáñez en guitarra y Jorge Del Campo en bajo- presentaron un show de una hora y media, completísimo, dejando en claro que hay música que no vence ni cansa.

Era la una de la mañana y Jorge González y banda aparecían sobre el escenario de Vitacura, con sonrisas amplias y con ganas de tocar de una vez por todas lo que todos esperábamos: La voz de los ochenta, el tema que le da el nombre al disco de 1984 y que podría ser considerado como el comienzo de todo. Antes de que la fuerte batería de Pedro Piedra comenzara con los primeros compases del tema, González recordó que la primera vez que estos temas se escucharon ante público, fue precisamente por esos lugares, sin ir más lejos en la mítica Discoteca Gente, desmitificando así una vez más parte de la historia de los comienzos de su desaparecida banda.

Con el el primer tema todo el local de la zona oriente enardeció: saltando, gritando y aplaudiendo el cercano contacto que tenían con una de las leyendas vivientes del rock nacional. Luego, sin introducción previa y un simple “gracias”, comenzaron los acordes de “Brigada de Negro“, uno de los temas más potentes de la placa ochentera. Al momento del coro, el público (algunas voces desafinadas, otras no tanto y el resto simplemente gritando) entonaba fuerte: “sábado en la nocheeeee”, sintiéndose así parte de la ironía del, entonces, joven González, frente a la gente que hacía exactamente lo que los nauseabundos oyentes estaban haciendo esa noche.

El disco va avanzando, y la guitarra fuerte y precisa de Yáñez se escucha como un gran determinante en una banda que lleva pocos meses de fiato, pero que, se nota, las múltiples tocatas al largo del país, han servido para que esta logre formar una precisión incluso más afinada que en la última tocata en Santiago, el pasado 11 de Enero. Ahora no es solamente González quien tiene el manejo en el escenario como se vio en instancias como El Abrazo, en donde Pedro Piedra tocaba los tambores con una celeridad algo abrupta y bastante antojadiza. En este caso el batero manejó su instrumento de manera magistral llevando el ritmo de la banda con gran exactitud.

Con cada tema, el local se llenaba cada vez más de gritos de admiración hacia González; como también de las sentidas desafinadas de todo el público que trataba de seguir sin éxito el tono del ex sanmiguelino.

Una vez pasados temas como “Latinoamérica es un Pueblo al Sur de Estados Unidos“, “Eve-Evelyn” en una versión particularmente pesada, “Paramar” entre otros, llegó el momento esperado: el Jorge González polémico, ese que siempre sorprende con temas de actualidad y con su acidez, felizmente, en el momento menos adecuado. Así es, porque como se ha hecho costumbre en el último tiempo, en los recitales de esta gira, González ha dicho su parecer con respecto a varios temas aprovechando uno de los temas más representativos de lo que podríamos llamar la “mentalidad” de la otrora banda de San Miguel: “No necesitamos banderas“. En esta oportunidad González sacando una improvisación propia de quienes llevan años en esto, comenzó con un principio similar al que ha venido haciendo tanto en El Abrazo o en el Caupolicán : “vas a la cárcel si robas, un lapicito en Ripley. Vas a la cárcel si robas un celular. Vas a la cárcel si vendes devedés”, agregándole el tema que llamó la atención hacia fines de la semana pasada: “pero si eres pedófilo y eres cura cuico, no te pasa nada de nada. Pero si eres pedófilo y eres cuico del Bosque, no te pasa nada de nada”. Y continuó: “sólo te condenan a una vida de meditación y recogimiento, que vaya a la cárcel de Colina y se lo re-cojan”, refiriéndose a la resolución de la justicia canónica con respecto al caso Karadima, en donde la justicia civil no se ha hecho presente. Y terminó: “¿de qué sirve ser chileno?: no podís trabajar, no podís estudiar, no podís sanar. ¿De qué sirve ser chileno? Una farmacia, una botillería, un cajero automático por cuadra”.

Luego siguieron dos ajustadas versiones de “Mentalidad televisiva” y –el mejor tema que ha escrito según las palabras del mismo autor- “Nunca quedas mal con nadie“. Al encore, apareció González solo con una guitarra acústica para así tratar de interpretar temas como “Esas Mañanas“, de su primer disco solista, cosa que no pudo debido a que la guitarra estaba desafinada. Por este problema, debió adelantar la sección de temas acústicos. De manera desgarrada y con todos los integrantes tocando guitarras acústicas menos él, tocó temas como ““, del disco Jorge González de 1993 y luego sirvió un banquete con temas del disco Corazones, considerado por muchos como el mejor disco de González bajo el nombre de Los Prisioneros. Los temas acústicos interpretados fueron “Amiga mía” y “Es demasiado triste“, dos obras maestras cantadas con un desgarro propio de un disco compuesto en las antípodas de los tres primeros: es decir temas hechos bajo el yugo del amor triste y agobiante. Luego de esto volvieron los instrumentos eléctricos y la batería para así interpretar “Corazones Rojos” del señalado disco de 1990 en una versión notable, con una guitarra con mucha distorsión y con unos coros precisos.

Siguieron temas como “Por qué no se van” y el show terminó con “Sudamerican rockers” con una guapa Javiera diaz de Valdés -la actriz del 13 y mujer del ex “irreverente” y mal poeta Pablo Mackena- desaforada, intentando subirse al escenario, mientras González cantaba y la miraba con una cara amable como diciéndole “hablamos despúes del show, ahora no puedo hacer nada”.

Al término del concierto, los aplausos llovieron y la voz eterna del rock chileno se despidió cansada pero con una sonrisa satisfecha, al igual que quienes nos encontrábamos ahí exprimiendo lo poco de historia que tenemos en cuanto a rock and roll se trata, acá en Chile.

Jorge González en Amanda: "si eres pedófilo y eres cura cuico, no te pasa nada"

Sobre el autor:

Francisco Méndez

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