La Epidemia: Remake del clásico de 1973
Los pueblos son chicos porque nadie quiere vivir en ellos, dicen. En el caso de Ogden Marsh, el lugar ficticio en donde transcurre La Epidemia (The Crazies, 2010) del director Breck Eisner, todo es idílico, en calma, sin violencia ni problemas. Pero ya se sabe: las aguas tranquilas corren profundas.
En este remake al clásico de 1973 a cargo del auténtico creador del arquetipo zombie: George Romero (que también es productor y co guionista de esta película), extrañas reacciones comienzan a ocurrir en las personas. El delirio lentamente comienza a invadir a la pequeña localidad como la peor epidemia. De un día para otro a otro, lo que en un principio era tranquilidad y armonía, termina en terror, locura y violencia.
La Epidemia, es de esas películas de terror que no se precipitan en mostrar sangre durante todo el film, sino que atrapa el espectador dando solo un aviso, una señal de alerta con un incidente en una cancha de baseball, pero el suceso es lo suficientemente extraño como para mantener el interés hasta que todo se vuelve vertiginoso y sangriento.
Pero antes, un avión cae al río. El agua se contamina por los productos químicos que traía y crea un virus que es prácticamente imposible detener ni medir las consecuencias de lo que vendrá. La gente comienza a tener reacciones agresivas, incontrolables y el pueblo de manera inevitable, se transforma en el peor de los lugares. Los zombies son lentos, lo sabemos, pero siempre terminan siendo mayoría y atacan sin piedad.
La Epidemia / The Crazies
Director: Breck Eisner
Elenco: Radha Mitchell, Danielle Panabaker, Timothy Olyphant, Joe Anderson, Preston Bailey, Lisa K. Wyatt, Justin Welborn.
Hace algún tiempo que las historias de zombies dejaron de ser consideradas tan clase B y a diferencia de los vampiros -que están completamente desperfilados- mantienen su dignidad casi intacta. En el género zombie no existe nada equivalente a Crepúsculo, por ejemplo. Y eso siempre es bueno. El mainstream todavía no altera la moral zombie, solo le está entregando más presupuesto, logrando que las realizaciones con muertos vivientes estén en uno de sus mejores momentos.
En este caso, la historia es sólida y termina atrapando a todos porque siempre hay algo maligno asechando la pantalla aunque no se vea.
Y la clave de esta película es que se guarda todo o lo mejor, para el final, pero aun así, hacer sentir tensión desde el minuto uno.
No son casualidad las buenas críticas que recibió este remake en Estados Unidos. Y en medio de toda la falsa sofisticación (Black Swan, El discurso del rey) que invade la cartelera pre Oscar, acá hay una película sin mayores aspiraciones que solo querer hacerte recordar que el miedo es el sentimiento mas intenso y real que puedes sentir en tu vida y que un pueblo chico siempre, de alguna u otra forma, se termina transformando en un infierno.
