La nueva forma de twittear

por · Diciembre de 2010

Políticos en redes sociales

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La red social Twitter ha sido fascinante en cuanto a creatividad argumentativa y frases que, al parecer, tienen como único objetivo pasar a la historia por el simple hecho de ser burradas que dejan esquizofrénico a cualquiera: entre la rabia, el llanto y la carcajada. Además, si hablamos de personajes públicos, la variedad que insiste en caer en lo burdo a la hora de representar sus valores por sobre los de la masa a la que representan, han hecho de las redes sociales un gran historial de chistes y análisis a en torno a ellos. Desde ya, muchas gracias queridos seres que se jactan de hacer política –a su pinta, claro– cuando en realidad sólo hacen el ridículo.



Así fue cómo el pasado 20 de diciembre, mientras la interpelación a la ministra de vivienda y urbanismo, Magdalena Matte, estaba en el clímax, el aburrimiento se apoderó de algunos interesantísimos políticos que desde la Cámara decidieron comentar las caras, moscas que vuelan, y las menciones que convulsionan su particular ambiente.

El caso específico es el de Gonzalo Arenas, Diputado UDI que se quiso hacer cargo del “minuto a minuto” de la interpelación a través de su cuenta por la conocida red social. Así, pudimos ver descarados mensajes tales como: “Gracias a Dios Concertación no está a cargo de reconstrucción. Se habrían robado la mitad de las casas y otra mitad le llegarían a los nietos”. Esto, previo a varios insultos a disidentes como Latorre, felicitaciones a Matte y opiniones sobre los interesados en ver el show del día. El entusiasmo duró hasta que el joven Nicolás Copano, también vía Twitter, se atrevió a enfrentar sus palabras que no representaban a nadie más que a él: “Qué animal mas grande el @diputadoarenas. Lean su timeline y sientan vergüenza de pagar impuestos para financiar a un tipo así”. Entonces, comenzó el round.

La discusión fue más polémica que los pucheros y explicaciones sin fondo de Matte. Y, aunque @copano no es santo de devoción para muchos, twitterlandia tenía clara postura a favor de quien fue tratado como “animalejo” e incluso llamado a encontrar “un trabajo de verdad” (aludiendo a la participación de Copano en TV). Triste. Triste, porque si Arenas cree que ser Diputado es un trabajo esforzado, importante y de verdad, está muy equivocado. Ser político debe ser mucho más que pelear porque te encaran. Es interesante cómo los votos ocultan la opinión de la ciudadanía, y es muy triste saber que cuando por fin existe la oportunidad de dialogar, hay que estar dispuesto a enfrentar insultos y descalificaciones públicas por parte de un representante social.

Pero no es la primera ni la última bajeza twittera que hemos observado. Si hablamos de grandes personajes de la red –y sin ánimos de tomar tendencias–, es increíble cómo el nuevo gobierno usa en su propia contra la red social del pajarito; la misma que es tan fácil, tan elástica, tan manipulable. Pero no, ellos no aprenden. Siendo que es tan sencillo controlar los dedos o filtrar lo que se dice, pero insisten en dárselas de profetas twitteando frases reflexivas, irónicas u ofensivas, tales como: “Cada cual tiene derecho a ser estúpido, pero hay algunos que abusan de ese privilegio” por Carlos Cruz-Coke (Concejal por Vitacura), quien discute sin pudor alguno cuando algo no le parece, con epítetos como “ignorante”, “chimpancé” y otros términos para descalificar a la misma ciudadanía que le escribe dando su opinión. Sí, créalo, es Cruz-Coke, el mismo que pierde el auto y tiene la fe suficiente como para creer que Twitter le devolverá el vehículo gracias a sus miles de retwitteros. ¡Que Dios lo ayude!

Por otro lado, y no alejado de lo incoherente, está Ximena Ossandón, la querida vicepresidenta de la JUNJI (Junta Nacional de Jardines Infantiles), que el 24 de julio se la jugó con una declaración que demostró lo desconectado que puede llegar a estar alguien que no sabe de la realidad. Ximena, con soltura de lengua y límites moralistas, dejó fascinados a todos con la estructura surrealista de su diminuto cerebro, el que lució sin vergüenza las siguientes palabras: “Cuando la mamá pueda estar con su niño, que esté, pero cuando la mamá decida irse a tomar, ir a la playa o a tomar un café con una amiga dejando al niño en nuestras salas, eso es lo que nosotros tenemos que evitar”.

Ahora, por Twitter, cuenta una historia distinta sobre este hecho, dejando en evidencia que el manejo comunicacional no es lo suyo o tiene dosis de arrepentimiento severas: “Yo defendido a mis funcionarias, se las ha venido ‘denostando’ por mucho tiempo”. Frases como la anterior se repiten sin hacer alusión alguna sobre madres alcohólicas o jaraneras. Incluso, la misma vicepresidenta reconoce que el gran conflicto JUNJI es la falta de presupuesto y la escasa cobertura que tienen los jardines en cuanto a funcionarias. De lo banal a lo realmente importante y político.

Tampoco nos olvidamos de las cuñas que Ximena ha hecho refiriéndose, literalmente, al demonio; el maldito que se dedicó a perseguír al cura Karadima hasta encontrarlo y robarle su divinidad. Sépanlo: para Ximena el demonio es un ser sicópata, peor que la Gestapo, dedicado a infiltrarse en las vidas de personas influyentes socialmente para poder hacer el máximo daño al mayor número de personas. ¡Qué malo eres, Demonio! Tienes a todos nuestros políticos poseídos.

Pero bueno, siguiendo con los personajes de esta nueva era política en 140 caracteres, aparece también el Alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón, el mismo que discute sobre sus valores religiosos por internet después de haber negado públicamente la entrega de la píldora del día después, incluso si es por violación, en la comuna que dirige, diciendo que “la famosa violación es una excusa, porque si hablas de violación, me estás reconociendo intrínsecamente que puede haber aborto”. ¡Qué excelencia, Alcalde! A la altura de una comuna con uno de los mayores índices de embarazo adolescente y delincuencia.

El Twitter de Ossandón alfa no se escapa de discusiones políticas donde cada vez que da una entrevista enfrenta por lo menos, 100 comentarios en contra y mofándose de su falta de representatividad, tal como pasó con sus últimos dichos en El Post: “Es grave que un sacerdote sea homosexual, por razones religiosas y por un cargo que le exige otra cosa”. OK. No sorprende una declaración así en un conservador de derecha, pero defender esa declaración que sería mejor dejar pasar como si nadie se hubiera dado cuenta, es bastante extraño, ah. Por último se disculpa, dice que se traspapeló o que el demonio hizo mal la pega, pero no defiende a brazo firme lo que no tiene argumentos de peso. No pues.

Claramente, los twitteros célebres no paran acá. Se podría comentar el Twitter del presidente Piñera y sus clásicas frases re-escritas tres veces mal, o cuando intenta distraer la atención de una noticia relevante con un mensaje que sólo se presta para risas. También podríamos hablar de la educación, cordialidad y respeto por quienes tienen derecho a preguntar, ya que para ellos ni los actos impuros, ni la desaprobación del aborto, ni la negación de la píldora del día después, ni la reducción de horas de historia en los colegios, etc, etc, etc. son temas de los cuales mejor no comentar. Todo lo contrario: exigir respuestas que fundamenten sus actos que van en desmedro de gran parte de la población, debiera ser la verdadera muestra de esta disfrazada democracia y de servicio al pueblo. Ese concepto que tanto le gusta a “La nueva forma de gobernar”.

Que usen una red social no es problema, pero sí el cómo la utilizan, ya que la tolerancia es una carencia profunda en la derecha y, también, el modo de enfrentar un debate. Somos Chile, sí, un desastre a veces, pero somos un país de humanos, no animales enjaulados con derechos precarios. ¡Qué burrada! En las redes sociales somos todos iguales y las jerarquías se reducen a que todos pagamos servidor de internet para poder opinar. Tal vez, lo más democrático que tenemos como país.
Acá no hay fuerzas políticas –sí, ideologías–, aunque, desde la vereda de no tan al frente, aquella que no está al poder, pareciera que han sabido manejar mejor esa lengua venenosa que no puede mandarse sola cuando se representa a un conglomerado. Reírse de lo que sucede en una red social es simple, pero darse cuenta de que hay que separar las creencias personales, es esencial para llevar a cabo un cargo público, en pos de resolver los problemas para abastecer a la mayor cantidad de personas con óptimas condiciones. Es complejo. La utopía del gobierno perfecto la comprendemos como lo que es: un sueño ultra frustrado. Sin embargo, no por eso un país debe pasar por alto, ni dormir tranquilo, mientras las decisiones e ideas de estos personajes afectan a corto plazo nuestra, a veces, retrógrada forma de vida-país.

Twitter es el acceso a la ideología, la opinión y la información. Una persona que no sabe nada sobre una noticia podría, perfectamente, formarse una opinión a través del servidor. Suena loco creer que la interacción por internet es más certera que ADIMARK y las encuestas de Gobierno. Loco, pero no por eso falso. Más real que el binominal, y sus usuarios más inteligentes que el Presidente. Twitter es la anarquía que todos llevan dentro; no merece posturas, no necesita líderes, nadie tiene más poder que otro. El nuevo debate tiene cara de red social, y si no le parece, entonces siga sicopateando a sus amigos en Facebook. Pronto llegará su hora del boom informativo. Paciencia, el demonio irá pronto por ustedes. Sólo tengan fe.

La nueva forma de twittear

Sobre el autor:

Tamy Palma (@tamypalma)

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