Reseña y fotos del concierto de Portugal en SCD Bellavista, con Drogatones
El día estaba un poco frío y el rock amenazaba con morir esa misma noche.
El frío me agarró desapercibido mientras atardecía en polera y traje de baño. La oscura sospecha de lo segundo atacó mientras figuraba helado e intentando parecer alerta y atento a las intervenciones de los exitosos periodistas que participaban del lanzamiento de ‘Después del rock‘ de Simon Reynolds en la fina librería Qué Leo, evento al cual fuimos convidados por el colega JC Ramírez quien oficiaba de maestro de ceremonia y enganchó nuestro interés con la promesa de que el evento sería regado por un vino de honor. El libro compila los textos más significativos de SR, quien es un reconocido critico de música inglés.
Algo había de absurdo en el aire, y no era sólo la provocativa nueva mochila de mi amigo Andrés Larraín. Pese a que la hueá amenazaba con provocar un cuadro epiléptico a quien posara su mirada por más de 4 segundos sobre esa ofensa a la moral, él insistió en llamarla una moderna mochila.
El punto es que no puede dejar de entristecerlo a uno estar asistiendo a un evento en el cual: un grupo de tipos se junta a debatir respecto de la compilación que hizo otro tipo respecto de los textos que escribió otro tipo respecto de la actividad artística que realizan otros tipos. ¿En que escalón del subterráneo queda uno? ¿Como público de esa actividad?
De si existe el underground aún en estos tiempos de la Internet y las redes y la cacha de la espada era una de las reflexiones que se hacían los expertos y que a mí me daba vueltas en la cabeza como un zancudo que te huevea la noche entera. Yo digo que en el minuto en que un grupo de periodistas teoriza respecto del rock en una librería pelolisa es porque clara e irremediablemente, absolutamente todo cagó.
Como dice, Supertaldo: pico conchasumadre.
Gracias otra vez a luchalibro.
Luego de agarrar la mayor cantidad posible de vasos de plástico con vino y echarlos garganta abajo, salimos en dirección a la segunda parada agendada para esa noche. Portugal y Drogatones en la SCD Bellavista. Las otras opciones eran Oddó estrenando videoclip, y Dënver.
Hace rato que un grupo no generaba al mismo tiempo tantas entusiastas expectativas como violentos anticuerpos. Por un lado, quienes se han visto agarrados del cuello por la emocionalidad del grupo oriundo de una de las ciudades con mayores índices de depresión en uno de los países con mayores índices depre del planeta, San Antonio. Por otro litro, hay harta gente que no le perdona a Portugal la marcada influencia de los Praga en su música. Una discusión que ha levantado harto polvo y que terminó con ofrecimiento de combos entre representantes de los distintos bandos a través del twitter.
Sin embargo en la SCD sólo había de los primeros y primeras. Luego de una impresionante presentación de Drogatones vino el turno de Portugal que repasó su disco debut ‘Viajes de Memoria‘ y mostró un adelanto de ‘En Este Año‘, Ep que debería salir… emm… este año.
Mientras nuestro fotógrafo contenía a duras penas las lágrimas, Boris Ramírez, baterista de Primavera de Praga, observaba atento el show. A la salida, el músico comentó escuetamente que la tocata le había gustado mucho, en un evidente gesto de prestada de ropa.
La noche siguió enfriando brígido en Santiago y después de algunas cervezas en Borravista y unos cigarros chacoteros en la calle me fui a negro por quedar mirando mucho rato la sicódelica mochila del Larra.
Al final no se supo acaso alguien o algo murió esa noche. Eso es noticia en desarrollo. Pero de que tenemos corazoncito rebotando con fuerza adentro del pecho, no hay duda alguna.
Acá está el disco Viajes de Memoria.
// Fotos: Alejandro Jofré.