Stone Temple Pilots al calor del hogar
De vuelta en New Jersey, esta vez es en un lugar muy distinto a Bader Field, donde el pasado junio fuera el festival de Metallica. Esta vez se trata del nuevo, opulento y masivo Revel Resort. El enorme hotel y casino, una especie de templo del azar en el extremo norte de la playa de Atlantic City, con privilegiada vista al océano Atlántico.
El viernes se presentó la reconocida banda de San Diego, Stone Temple Pilots (STP) integrada por los hermanos Robert (bajo y voz) y Dean DeLeo (voz y guitarra), Eric Kretz (bateria) y, por supuesto, Scott Weiland (primera voz).
La idea de lidiar con casi cuatro horas de viaje para venir, a pesar que nunca he sido un gran fanático de la banda, se me ocurrió mientras veía un concierto de STP en el canal de música. Por supuesto conocía varias de sus canciones. Ese sábado pude ver el video Alive in the Windy City completo y sin interrupción, y me gustó bastante. Pensé que del buen repertorio de canciones que tienen, además de la presencia y dinámica teatral de sus integrantes, podía resultar un buen show. Y de ahí en adelante anduve con la idea de verlos en vivo, en la mente. Así es como después de casi un mes, vine a dar a esta ciudad costera nuevamente dispuesto a verlos en concierto.
El viernes tuve que resolver algunos problemas antes de ir al show, porque después de haber hecho lo necesario para contar con autorización de prensa, nadie me había contestado y no tenia credenciales para entrar con mi equipo fotográfico al teatro. Así fue como me puse manos a la obra y empecé a contactar a todo el mundo.
Ingresé al teatro Ovation Hall del Revel Resort como a las 20:00 horas. Es una estupenda sala para conciertos. Tiene un buen diseño acústico y cómodas butacas, es amplia, limpia, bien iluminada, varios bares bastante caros y una capacidad para 5,500 personas. Es decir, no es ni grande ni chica. Se puede ver cualquier tipo de espectáculo cómodamente y además los precios de las entradas son reducidos en comparación al de los grandes estadios.
Una vez comenzado el espectáculo y después de un trío (batería, bajo, y teclado / voz) poco interesante, que dio inicio al show, STP subió al escenario tranquilo y sin pretensiones. El público los recibió con mucho cariño. Se notaba que les esperaban desde hacía un buen tiempo. Los hermanos DeLeo son de la zona, de Montclair, New Jersey, para ser preciso.
En cuanto bajaron las luces y se oyeron los acordes de la primera canción, se sintió un fuerte olor a hierba. Y no me refiero a un pitillo casero y menor, me refiero a unos pitos cabezones de hierba de alta calidad. ¿Qué cómo se eso yo?! Puede que lleve muchos años retirado, pero mi experiencia de más de veinte años de marihuanero y mi olfato de viejo perro, no me fallaron. Al contrario, el olor me confirmó rápidamente que las cortinas de humo psicoactivo provenían de ese tipo de hierba que tiene pelitos amarillos y rojos y es pegajosa, hierba de la BUENA. Así fue como la banda entró en acción y el público empezó a vibrar a todo ritmo.
El concierto estuvo excelente, muy parecido a lo que esperaba y había visto en Alive in the Windy City en mi sillón. Pero faltó ese nivel de energía exuberante que pude ver en el video. De todas maneras, STP es una banda con bastante experiencia y con una larga trayectoria. Son muy capaces de entregar una presentación netamente de rock, sin trucos ni maquillajes.
Para subrayar esta atmósfera rockera y entregar el espectáculo de forma impecable, el escenario tenía una iluminación variable y dinámica y una gran cortina de fondo con el diseño del CD de “Stone Temple Pilots”: los amplificadores Marshall para los hermanos DeLeo, en bajo y guitarra. Además contaban con una tarima bastante alta, donde estaba la batería de Kretz. También había una plataforma al centro del escenario, desde donde Weiland canta al público con el infaltable megáfono que usa para alterar su voz.
Lo demás, pura destreza rockera de los músicos, que hicieron de las suyas con el repertorio, tocando temas de toda su discografía: incluyeron canciones como “Sex Type Thing”, “Plush”, “Crakerman”, “Vasoline”, “Interstate Love Song”, “Trippin’ On a Hole in a Paper Heart”, “Down”, y una version de “Big Empty” con un arreglo bien lounge que me gustó mucho.
Vale decir que los años no han pasado en vano, han dejado su huella, pero de todas maneras se portaron como sumos profesionales… agradecidos de su público y sin dramas. La música sonó muy bien afinada y con esa distinción que caracteriza a las bandas que crean su propio sonido. Con eso me he convertido en un fiel admirador de STP.
