SummerStage: Foster the people, The Kooks y Kimbra sin audífonos

por · Mayo de 2012

SummerStage desde el Central Park

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El único lugar en Nueva York donde me saco los audífonos para escuchar al mundo es en Central Park y eso es seguido o trato que así sea. Llevo un mes acá y no he escuchado el famoso ruido de los bocinazos, los murmullos y las turbinas que todos dicen escuchar cuando viven en la ciudad del cliché.

// Crónica y fotos: Sebastián Rodriguez W., desde Nueva York.

Es en Central Park donde ves a las modelos, músicos, deportistas, actores, locos y cuanto mutante abunda en la ciudad, incluyéndome, copular en un ambiente libre de estrés, y es en ese mismo parque donde justo el día que cumplo un mes en la gran manzana comienza el SummerStage con Foster The People, The Kooks y la “vocecita de Winnie the Pooh” Kimbra, lo que se transformará en mi primer concierto en la ciudad de las Tortugas Ninja.

Solo conseguí entrada para el miércoles pasado, gracias a mi nuevo amigo Twitter y una gringa de nombre Harper, como Charlie y Alan, loco ¿no? Con entrada en mano rogué a weather punto com que el clima no me saboteara mi cumple mes y así fue, aunque el ticket decía Rain or Shine. Me bajo en la 68 y camino hasta la 5a avenida buscando un ATM (cajero automático) que no encontré, cosa que es difícil ¡porque hay en todos lados! Sin ni uno y con la humedad atormentándome me metí al Summer Stage en Rumsey Playfield para darme cuenta que con razón estaban todas las entradas agotadas: cabían a todo reventar mil personas y lo mejor: ¡vendían cervezas! Ahí me instalé para ver a Kimbra, quien saludando con una vocecita baja y rasposa comienza su show. La niñita neozelandesa saca del bolsillo un vozarrón que prende hasta a los que compraban pizzas y completos: todos corren para encontrar un lugar.

Y es que pareciera que la marca Kimbra se viene con todo en gringolandia, primero cantando con Gotye y después con Mark Foster, pero ya llegaremos a eso. Siguiendo con el concierto y siendo sincero, no conocía mucho de su música. También noté que la moda de vestirse raro, que popularizó Madonna y ahora Lady GaGa, es la tónica. Estuvo unos 30 minutos sobre el escenario y se fue entre aplausos, pocos, pero efusivos.

Rodeado de zooeysdeschanels y tinasfeys espero a The Kooks. Es momento de tomar otra cerveza, hago la fila y vuelvo al mismo lugar a metros del escenario. Porque el americano no te roba el puesto, no te empuja, no te huevea, quizás por su miedo paranoico o por respeto, espero que sea respeto, “respect”. Fome el gringo.

Entonces ¡The Kooks! Sofa Song, empezamos bien, ya me estoy moviendo sin derramar mi cerveza. Todos coreamos Ooh La y escucho a unas gringas preguntar: “¿ya tocó Kimbra?” están más perdidas que yo en mi primer día en la gran manzana. See The World y el último sorbo. Luke Pritchard se luce cantando y el roadie corre para cambiarle la guitarra. Y es que con The Kooks tienes que correr, actuar antes de pensar. How’d You Like That y Naïve me hicieron la tarde, pero debo correr, la cerveza ya bajó y necesita ser expulsada.

Vuelvo a acercarme y entre excuse me y excuse me me encuentro a un par de metros del escenario listo para ver el último concierto de Foster The People en la ciudad que nunca duerme. A esta altura y cuando comienza a caer el sol en Rumsey Playfield y los pájaros se van a dormir estoy listo para ver por segunda vez a la banda de los hermanos Foster. Los vi en Santiago y quería repetirme el plato, entre otras cosas porque quedé muy lejos en Lollapalooza. Miss You y Life On the Nickel para calentar motores y la gran Helena Beat. Ya, se prendió esta cosa. Mark tiene al público en la mano y a las teenagers vueltas locas gritando con sus movimientos de caderas alrededor del escenario.

Se viene el Torches (2011) completo, lo mínimo para ser la última gira del disco por los Estados Unidos. Waste, I Would Do Anything for You, Love y la ya clásica Call It What You Want hipnotizan a todos. Don’t Stop, Houdini y Warrior, la nueva canción de Mark Foster, A-Trak y Kimbra quien sube al escenario vestida más rara que antes. Ya con unas chelas de más, la gente canta, grita y se vuelve loca. Faltan los ruidos de motores y las bocinas. Estoy sin audífonos en Central Park y me gusta.

Vamos terminando y se nos viene la que todo el mundo espera. El hit del verano de 2011 en EE.UU: Pumped Up Kicks, pero una versión especial de unos 7 minutos con baile incluido, coreada y eléctrica. Mark Foster que se baja del escenario y se inmiscuye entre la gente, se sube a la reja y desmaya a más de una chicoquita, como diría un amigo.

Para terminar lo típico, se abrazan, saludan y se van. Se apagan las luces y empieza a sonar AC/DC, los curados patean los vasos y se empujan para salir mientras cantan You Shook Me All Night Long. Me baja el momento de reflexión e introspección mientras paso por la tienda de poleras y discos, pienso que “podría escuchar Foster toda la noche con unas cervezas para empezar y unas piscolas para terminar. Sólo un disco y ya provocan esto ¿harán algo mejor? Paré y compré un vinilo de Torches, más que mal estoy en la ciudad del consumismo y el cliché.

SummerStage: Foster the people, The Kooks y Kimbra sin audífonos

Sobre el autor:

Sebastián Rodríguez (@sebastianrw)

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